Bye bye, old you

La última vez que me senté a escribir sobre algo medianamente profundo acababa de dejar la abogacía. El guión ha cambiado bastante desde entonces y el otro día haciendo una trend de Tiktok, si, has oido bien, un tiktok, tuve que buscar fotos mías de la infancia. Empecé a ver fotos y fotos hasta que llegué a las de cuando tenía 20 años, que fue la edad en la que empecé a tomar mis propias decisiones. 

La verdad es que yo toda la vida me he visto como un niño, como el pequeño de la casa, me han cuidado, me han mimado y por mi no pasaba el tiempo, pero por suerte o por desgracia eso no es así. Cuando empecé a ver estas fotos de las que os hablo, llegó un tornado de emociones. Por primera vez era como ver las fotos de una persona desconocida, un yo que ya no existía, había cambiado demasiado y no me había dado ni cuenta. Alguien que fui una vez, por X motivos ya no estaba, se había esfumado. Me sentí contento, porque ahora soy feliz, pero también triste, porque ese chicho ya no estaba y no me había podido despedir de el. Y la verdad, me habría gustado darle un abrazo fuerte, porque vaya tela. Esta parte fue la más dolorosa de mi vida y también la que me ayudó a ser quien soy hoy. Poder hablar de esto, ahora, desde una enorme paz interior, me emociona demasiado. 

Y este yo de los 20, siempre estuvo acostumbrado a escapar de casi todo lo bonito, a sabotear su propio éxito y a sentirse desmerecedor de casi cualquier cosa, todo esto sin ser consciente claro. Y duele, claro que duele haberse hecho esto a uno mismo y haberse privado de tantas cosas buenas. Mal, mal, mal. 

En fin, el tema es que cuando vi las fotos, sentí mucho y muy fuerte, reflexioné sobre mi, sobre lo que he hecho y sobre lo que madre mía, aun queda por hacer, y lo bueno y lo que me hace llorar de alegría es que ahora no veo el horizonte con miedo, sino todo lo contrario. 

Me siento como alguien que ha vivido muchas y diferentes vidas y me encanta y me agota y me vuelve loco cada cierto tiempo, pero es que así es mi forma de ser y sé que muchos de vosotros os sentís como yo.  

Tenía ganas de escribir esto, solo por recordarme y recordar que está bien mirar hacía atrás, que está bien recordar si fuiste más o menos feliz en esa vida anterior o en esta presente, porque siempre hay tiempo de cambiar, de empezar, o de seguir haciendo lo que estamos haciendo. Todo siempre estará bien, mientras estés comprometido contigo mismo, al menos a mí de momento me ha servido. 

A lo mejor vuelvo a escribir pronto o a lo mejor no, ya veré. 

Un beso

Patricio

Deja un comentario